lunes, 7 de septiembre de 2009

69ª Historia Asesina - Palomas

La canción resuena en algún rincón del pabellón auditivo y él se pone a imaginar. El amor es un sentimiento tan fuerte que se puede presentir a miles de kilómetros de distancia. Tiene que luchar contra muchos enemigos en el camino, es cierto, pero puede ser muy fuerte si se lo alimenta con una buena comida, unas palabras sencillas y directas y un constante deseo. Desear, es querer, añorar, necesitar algo.

El amor entonces es eso, es un bien, porque se necesita para vivir, es indispensable. Necesitamos que alguien nos necesite y necesitamos necesitar a alguien. El amor no se puede comprar en un mercado, pero allí, algún día, distraído por las cotidianidades se puede encontrar allí a un precio muy bajo: nada.

En ese momento suena una vibración en el ambiente, sabe que esa vibración es el anuncio de la paloma mensajera que trae un mensaje. En el medio del colectivo, plena noche, con gente que cruza la 9 de Julio para ir a algún al que llegan tarde, él queda iluminada por la luz del mensaje. Son sólo dos palabras entre tantas de las que existen en el idioma, pero no son cualquiera. Porque las palabras pueden reformularse y crear frases nuevas y diferentes. El amor también es eso, una reformulación de recuerdos, vivencias y risas entre dos personas, que reformulados crean un nuevo sentimiento que se puede sentir a la distancia, y que se necesita.

Se queda totalmente embelesado por el mensaje de la paloma mensajera. Se queda paralizado y se quiere largar a reír como un loco. A pesar de que todavía no se han visto, ya han construido castillos en el aire y en la distancia. Han fabricado miles de ilusiones y esperanzas, y aún ni siquiera saben qué les deparará el futuro. Quieren jugar a los cíclopes, quieren ser uno solo los dos. Y el amor eso es también, es imaginar, idealizar, esperar y buscar. Buscar todo el tiempo, todo lugar, el resquicio, la manera de amarse aunque haya tanto en el medio.

En los sueños se encuentran, porque en ese mundo no hay límite más que el de la propia subconsciencia. En ese mundo onírico la encuentra y la imagina más hermosa, más bella y más virtuosa cada día que pasa. Se imagina amándola en todo el amplio sentido. Luego despierta insultando contra la realidad que es dura, pero no por eso imposible de derrotar.

Comienza el día suspirando y lamentando que algunas dimensiones sean tan difíciles de superar. Le declara la guerra a todo lo que parezca querer meterse entre su necesidad de amar, y sin tregua desde su trinchera envía palomas mensajeras que ella recibirá seguramente con muchas o más ansías que las de él. Son felices sabiendo que uno piensa en el otro. Porque el amor también es egoísta y ególatra, se trata de que alguien más piense en vos y te ame, y se centré solamente en vos. Es un sentimiento que se puede sentir desde lejos, que crea ilusiones y necesidades, pero sobre todo crea esas ansías de ser el centro del universo de otra persona. Son felices sabiendo que uno dedica gran parte del día en pensar en el otro, de una manera muy narcisista.

Así siguen día a día… Mandando palomas mensajeras, que vuelan todo el tiempo llevando, ilusiones, besos, deseos, necesidades. Las palomas no se cansan de volar, porque mientras ellos se amen, nunca dejarán de volar. Y si ellas siguen volando, su amor no morirá.

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Historias Asesinas para Matar el Tiempo by Félix Alejandro Lencinas is licensed under a Creative Commons Atribución-No Comercial 2.5 Argentina License.